Con paneles solares, FrigoLagos optimizó hasta 90% de sus costos operativos, además de que controló su gasto energético.

Cada vez más industrias optan por las energías renovables por su capacidad de adaptación en distintos sectores: automotriz, textil, acerera, alimentaria, etc.
En un entorno donde los costos de la energía son cada vez más volátiles, las empresas enfrentan un desafío constante: mantener la rentabilidad sin que el consumo eléctrico afecte sus márgenes operativos. La fluctuación de tarifas, la demanda energética creciente y la dependencia de fuentes tradicionales pueden traducirse en costos impredecibles y un impacto financiero significativo.
Para las empresas que buscan estabilidad y eficiencia, adoptar soluciones de energía limpia no solo es una decisión sustentable, sino también una estrategia inteligente para reducir gastos y tener un mayor control de ellos.
Ese fue el caso de la empresa FrigoLagos, ubicada en Lagos de Moreno, Jalisco. Dedicada al almacenamiento de productos en frío y seco para cualquier giro, y con la capacidad de convertirse en un CEDIS (centro de distribución) para sus clientes, uno de sus mayores desafíos era el de lograr que su gasto energético fuera más estable y disminuyera.
“La luz representaba alrededor del 30 al 35% de nuestro costo operativo y no era fijo […] Nunca logramos determinar cuánto nos costaba el consumo energético; por eso, determinamos que para ser más rentables, teníamos que empezar a optimizar costos y el tema de la luz era un gran reto”, cuenta Humberto Gutiérrez, director y socio de FrigoLagos

