¿Te ha pasado alguna vez que estás utilizando tu computadora o celular y de repente te quedas sin luz? Seguro que con los recientes apagones eléctricos, sí que lo has vivido y te sentiste aliviado al ver que la carga de tu dispositivo era más del 90%; pero si no, lo más probable es que te hayas desesperado un poco y más si estabas trabajando en algo urgente. Súmale a eso que el aire acondicionado o ventilador que tenías prendido también dejó de funcionar…
Pues esa misma frustración que pudieras haber sentido, bien se podría trasladar a cualquier empresa que estaba operando en ese momento y que vio afectada sus líneas de producción por los apagones… Algo que quizá ni notaron si, como tu celular o computadora, cuentan ya con un respaldo de energía.
¿Cómo afecta a las empresas los apagones eléctricos?
El impacto más notorio, sin duda, es el económico. En febrero de 2021, IndexMX estimó que los apagones y la falta de gas natural ocasionaron pérdidas por 200 millones de dólares cada hora; el Centro de Estudios del Sector Privado (CEESP) calculó que los apagones de 2021 costaron a México entre 200 mil y 300 mil millones de pesos en términos de producción industrial y comercial.
Recientemente, Forbes publicó que por cada hora que una planta de manufactura en México interrumpe su trabajo, se pueden perder más de 35 mil dólares.
Pero las pérdidas económicas no son las únicas consecuencias que enfrentan las empresas, ya que los apagones también pueden ocasionar:
- Daños en los equipos que se utilizan, los cuales son sensibles a frecuencias y voltajes de la red eléctrica.
- Afectación de los procesos operativos. Aunque el paro de operaciones sea de segundos o minutos, puede derivar en algunas industrias, como en la del plástico o la alimenticia, en que se eche a perder el producto o se tenga que empezar de cero todo el proceso, lo que provoca que se pierdan muchas horas operativas.
- Daños en la instalación eléctrica y que pueden interrumpir las líneas de producción a causa de un fallo no detectado con anterioridad.
- Afectación de equipos de uso crítico, como los utilizados en hospitales o laboratorios.
Además de esto, la ineficiencia en la generación y distribución de la energía eléctrica ahuyenta la llegada de mayor inversión manufacturera como la derivada del nearshoring (empresas que trasladan su producción a un lugar de bajo costo y cercano a su mercado final), ya que las grandes compañías ven esto como una desventaja para ellas.
La solución: generar y almacenar energía
El sistema que provee de energía eléctrica a México tiene todavía un largo camino que recorrer para actualizar y ampliar su infraestructura, por lo que la mejor decisión para cualquier negocio, pequeño o grande, que se vea afectado por los apagones eléctricos es buscar alternativas para respaldar su operación y suministro de energía.
Hay que considerar que la sola instalación de paneles solares no protege a los negocios, ya que eso sólo les ayuda a generar su propia energía: en el momento de un apagón, y más si se da en las horas de alta demanda, que van de las 8 a las 10 de la noche, la empresa no podrá disponer de su propia energía simplemente porque no la guardó, por lo que seguirá dependiendo del buen o mal funcionamiento del Sistema Eléctrico Nacional.
Así pues, la mejor solución por la que se debe apostar es una que sea integral: la creación de una microrred que contemple la generación y el almacenamiento de la energía.
Una microrred es un sistema de generación y distribución de energía, localizado en una pequeña zona, que puede operar de manera autónoma cuando se desconecta de la red eléctrica principal, ya sea debido a una crisis como un apagón o una tormenta; para complementar los picos de demanda de los usuarios de la microrred, lo que ayuda a evitar costos adicionales de energía; o simplemente para ahorrar dinero en el consumo de energía, ya que se puede hacer uso de esa energía almacenada en las horas de mayor demanda, cuando es más cara la energía que provee la red principal.
Las microrredes son alimentadas por generadores o fuentes de energía renovable, como sistemas fotovoltaicos (paneles solares) o energía eólica, que suelen estar acompañados por sistemas de almacenamiento de energía, como son las baterías. Estos sistemas de almacenamiento son los que, al final, terminan por proteger a las industrias de los apagones: la empresa almacenará un porcentaje de la energía que genera con su sistema fotovoltaico y podrá usarla ante una emergencia para evitar paros en la producción.
Los sistemas de almacenamiento de energía que operan mediante baterías de litio son los más recomendados debido a que son una tecnología cuyos resultados están ampliamente probados, su infraestructura no requiere de grandes espacios, tienen excelentes tiempos de respuesta y aguantan muchos ciclos de vida (carga y descarga), por lo que pueden durar hasta más de 20 años.
En Ecolife, estamos preparados para la implementación de estas soluciones: desarrollamos proyectos de transición energética según las condiciones y necesidades de cada empresa.